Creation Records

3/5/21

Aprovechando el inminente estreno en televisión de la película Creation Stories (que narra la vida de Alan McGee y su sello homónimo), he decidido homenajear a una de mis discográficas favoritas. El escocés, que competía en hedonismo con los miembros de las bandas a las que publicaba (“toma tantas drogas como los artistas que manejes. Sé más rock and roll que ellos”, era uno de sus consejos), también fue un visionario que descubrió a algunas de las bandas más influyentes en el indie rock de guitarras y publicó algunos de los discos más emblemáticos del género entre los años 1983 y 2000 .

En 1984 dio su primera campanada: el single Upside down (una de las primeras piedras del pop más ruidoso) de unos imberbes The Jeus and Mary chain, a los que vendería un año más tarde a Warner Bros (donde saldría el aclamado Pychocandy). Se dice que con esos fondos publicó el estupendo Forever breathes the lonely word de Felt o el debut de Primal Scream (su cantante Bobby Guillespie era el baterista de “los primeros Jesus”), banda que continuaría grabando discos con Creation (el aclamado cruce entre rock y pista de baile Screamadelica, entre ellos) y cuyo XTRMNTR  sería el canto del cisne del sello.

En 1987 de House of love editarían esta primera versión “más shoegzer” de Shine on (hubo una posterior en Fontana en 1990: la más conocida) y su estupendo debut sin título en 1988, año en el que llegaría otra de las bandas esenciales en el indie de guitarras: los irlandeses  My bloody Valentine con su EP You Made Me Realise, que sería el preámbulo a los trabajos Isn’t anything o Loveless (de cuya grabación se dice que arruinó a la discográfica).

Con estas primeras referencias, parecía lógico que por aquí pasasen muchas bandas que, de una manera u otra, conformaron el sonido shoegazer: los más ensoñadores Ride o Slowdive, los más  intensos Swervedriver, Adorable o Telescopes o los caleidoscópicos Boo Radleys. Incluso los primeros Teenage Fanclub (antes de llegar al powerpop) se pueden meter en este saco. Tampoco es de extrañar que Sugar, ese inefable proyecto de melodías pegadizas con guitarras ruidosas del ex Husker Du Bob Mould, tuviese su "hogar" en Creation Records. 

Una vez oí que los miembros de Oasis amenazaron al dueño de un club de Glasgow al que iba a ir Alan McGee para que les dejase tocar. El resto de la historia es de sobra conocido: controversia, vandalismo, cainismo y unos cuantos himnos generacionales que los convertiría en el grupo con más ventas del sello.

Por aquí pasarían también de manera más o menos fugaz bandas como Razzorcuts, Velvet Crush, The pastels, Saint Etienne, The Replacements, Guided by Voices o Super Furry Animals. En 1992 McGee vendió parte del sello a Sony  y en el 2000 el resto, lo que supuso su cierre definitivo. X Sergio Morán






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