Castigados sin salir

17/3/20

Qué tiempos cuando un sábado castigada sin salir me parecía una eternidad. En nuestro confinamiento a causa del maldito coronavirus me dio por ojear viejas cintas de casette. Una de ellas, tenía una tarjeta del Central. Me la había grabado Diego, que solía pinchar allí. Antes la música se descubría así, recuerdo perfectamente ese momento en que nada más bajar las escaleras del bar sonaba "Unfinished symphaty" de Massive Attack. Esas bases atravesaron mi cuerpo y fui disparada a preguntarle qué era eso que sonaba. Me grabó de inmediato una cinta en la entre otras joyas, había canciones de los Space, Pizzicato Five, los Bluetones o Lighthing seeds. También solíamos ir al Fantasma casi a diario a echar una caña. Quedábamos en la esquina con mi vecina de calle, Konch, nos sentábamos en la barra, fumábamos alguna calada de los cigarros de Miguel Ángel y yo me quedaba mirando a Andrés ensimismada presa de mi enamoramiento post-adolescente (él era super majo, pero nunca me hizo ni puto caso). Una vez, al escuchar una canción chulísima quise pregunatarle por ella. Me contestó: es "Gorky's Zygotic Mynci", y yo asentí como si conociera esa banda de toda la vida (por supuesto no sabía de qué coño me estaba hablando). En el Fantasma descubrí a Pavement o a Teenage Fanclub. Pasábamos por Plasticland, había discos que me encantaban pero la paga era exigua y la noche me gustó desde muy pequeña, con lo cual únicamente hacía planes de comprar éste o aquél en un futuro no muy lejano, pero no compraba ninguno e iba tirando de las cintas TDK de 60 que me grababan los amigos. Cada noche era algo nuevo, me gustaba la zona de La Paz, pocas veces se repetirán tantos sitios con tanto carácter como en aquella época. Vagueábamos entre uno y otro, solíamos terminar por El Cairo, o cuando abrieron el Planeta nos gustaba la mezcla de música y luces. No había hora, no había límite, todo estaba por descubrir.Así descubríamos todo, en la calle. Cuando podíamos salir. x Cuca Tena

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